Un año más hemos disfrutado de la comida romana. Sin duda, no es la comida habitual de los ciudadanos romanos. No comimos "gachas". ¡Hemos sido tratados como auténticos potentados! Craso, Augusto, seguramente no Tiberio, que tenía fama de frugal,... y los ricos ciudadanos romanos disfrutaron de semejantes manjares.
La Escuela de Hostelería, sus profesores y, en concreto, nuestro entrañable "Guti", se están erigiendo en auténticos especialistas en el recetario de Apicio. La comida siguió el orden clásico: gustatio, prima mensa, secunda mensa...
La receta os la adjuntamos en el enlace.
El lujo llegó con el cochinillo relleno, a la manera exhuberante de la cena de Trimalción, cuya foto os adjuntamos.
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