José Solana, profesor de Filosofía de la Universidad de Zaragoza, estuvo también presente el primer día de las jornadas de Lenguas y Cultura Clásicas de Huesca.
En un análisis centrado en la tradición textual, acompañada de un profundísimo conocimiento del momento histórico, cultural y social de la Grecia clásica, fundamentó su tesis: la Medea de Eurípides es el primer testimonio de tradición literaria de defensa de los derechos de las mujeres.
En una sociedad patriarcal en la que los derechos de las mujeres son muy limitados y su función, de una manera esquemática, se limitaba a la procreación de herederos legítimos a los varones, Medea es el grito desgarrado por los derechos de una mujer que es abandonada y a la que el marco legal ateniense no proporciona ningún amparo.
El mito originario narraba la muerte de los hijos de Medea a manos de los corintios, enojados por el asesinato del rey Creonte y su hija, la nueva esposa de Jasón. La "resemantización" del mito hecha por Eurípides no altera su fin desgraciado, pero supone otorgar a Medea la posibilidad de sublevarse a la única función que la sociedad ateniense otorgaba a la mujer, la procreadora.
En el animado debate final, tuvimos la ocasión de comprobar la complejidad de una obra como Medea, que nos exige atención a múltiples facetas de la realidad de su tiempo, pero también al del nuestro, indiscutible prueba de su actualidad.
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